Inocencia interrumpida

Algunas veces te sorprenden lo que te cuentan. Incluso piensan y te hacen dudar si realmente lo que te cuentan es verdad. Hoy, el director de la publicación donde trabajo, conocedor de que me gustan los temas relacionados con África, me ha comentado que había ido de visita a uno de los pueblos del Corredor del Henares. Allí había hablado con un amigo suyo simpatizante de Izquierda Unida. En ese momento, se marchaba al Ministerio de Asuntos Exteriores. El motivo era apoyar la huelga de hambre que llevan días realizando los presos saharauis en Marruecos. A continuación, mi jefe, le ha preguntado que cómo iba allí a pasar hambre con el calor que hace. La respuesta del simpatizante ha sido que iba porque le daban 30 euros y un bocadillo. Cuando me lo ha contado, me he quedado sin palabras. No sé si aún sigo siendo demasiado inocente.