El paso del estrecho

¿Se imaginan hacer un viaje en el maletero del coche? ¿Incómodo? Pues piensen ahora en una mujer de 42 años y en siete hombres marroquíes entre 15 y 33 años viajando, todos juntos, en el maletero de una furgoneta. Así los encontró la Guardia Civil en el puerto de Algeciras cuando desembarcaron del ferry que les trasladó a España. Todos ellos y el conductor han sido detenidos.
Esta historia me recuerda la que vivimos hace unos años, un grupo de compañeros, todos ellos estudiantes de periodismo, a la vuelta de un viaje por Marruecos. Cuando paramos en una estación de servicio, en la provincia de Cádiz, vimos como un joven de no más de 16 años, se había colado en el espacio existente entre la rueda, la carrocería y la mecánica del autocar para conseguir pasar a España. Meterse en ese hueco era digno de un contorsionista. Poco después alguno probó a meterse en ese hueco. Era imposible. Apenas había 50 centímetros de separación entre el suelo y el autocar. El chaval lo había conseguido y sólo por ello merecía estar en España. Pronto se marchó a Almería, a través de los campos yermos de Andalucía, con las manos llenas de comida, algún refresco y frutos secos que le proporcionamos entre todos, en busca de un primo que anteriormente también había logrado con éxito introducirse en España. La policía, avisada por los clientes de la estación, ya estaba dispuesta a encontrarle. Nunca supimos si consiguió lograr su objetivo.